Una defensa de cristal

No se frena la sangría del Real Zaragoza en defensa. El equipo aragonés lleva doce partidos seguidos de Liga encajando al menos un gol. Un ritmo muy difícil de sobrellevar, sobre todo teniendo en cuenta que sus datos ofensivos no son una maravilla. Tras un inicio goleador decente con Idiakez, con Alcaraz parece que se ha apagado la pólvora. De seis partidos sólo ha marcado en cuatro. El intento de jugar con tres centrales, de momento, no está dando la fiabilidad necesaria. Desde que llegó el técnico granadino, se han encajado 10 goles. En total, en lo que va de competición, 21 goles encajados. Demasiados para llevar sólo 16 partidos jugados.

Pese a que la defensa es cosa de todo el equipo, la línea de tres centrales y dos carrileros es blanco de críticas. Tras encajar dos goles ante Granada y Elche, uno ante el Nàstic y otro par contra el Mallorca, Alcaraz sentó a Verdasca. El portugués había cometido un gran número de errores individuales, pero sin él la sangría no ha parado. Delmás y Nieto, que venían siendo laterales en los últimos tiempos, no han brillado como centrales. Perone, el central específico dentro de la nueva zaga, lleva ya cuatro partidos como titular. De momento, con más sombras que luces. Grippo, lesionado de larga duración, podría estar fuera lo que resta de temporada.

Los datos están puestos sobre la mesa, el esquema de cinco atrás otra vez en el punto de mira y Cristian Álvarez, recogiendo balones de entre las redes doce partidos seguidos. La próxima oportunidad para dejar la portería limpia es contra el Córdoba. Una oportunidad que no parece mala, pues los andaluces son penúltimos. El equipo aragonés necesita por fin un partido sin encajar, sin conceder para empezar a jugar tranquilos desde la base. Y es que el 0-4 contra el Real Oviedo en el pasado mes de septiembre cada vez parece más lejano.