Un día más, el Real Zargoza ha acudido a la Ciudad Deportiva para preparar el encuentro del próximo domingo ante el Córdoba que se disputará en La Romareda. Un partido de alta tensión para el que el equipo aragonés ha contado con algo más de una semana para trabajar cada uno de los detalles necesarios para lograr tres puntos fundamentales en este momento de la temporada.
El de la mañana del viernes ha sido el penúltimo ensayo que llevará a cabo el equipo de Lucas Alcaraz antes de saltar al césped del coliseo zaragozano. Antes, aún habrán de volver en la mañana del sábado a las instalaciones de la carretera de Valencia para un entrenamiento más.
Quizá por eso, por arrastrar una semana larga, el de la mañana del viernes ha sido un entrenamiento algo más suave que los anteriores. Con el preparador físico a los mandos, un circuito con varias paradas en las que ejercitar diferentes zonas del cuerpo. Eso antes de que el balón echase a rodar en los habituales rondos.
La nota negativa la ha puesto un día más Íñigo Eguaras. El centrocampista navarro está cada día que pasa un poco más cerca de ser baja para el partido del Córdoba, y aunque se ha dejado ver en la Ciudad Deportiva, en esta ocasión ha sido únicamente para enfilar el camino del gimnasio, donde, un día más, ha seguido trabajando en solitario a fin de mejorar lo antes posible de las molestias que parece que le impedirán jugar el próximo partido.
Un encuentro ya cercano y en el que Lucas Alcaraz deberá mostrar la sabiduría que le ha permitido permanecer en la élite del fútbol español durante los últimos años, consiguiendo un resultado positivo que le permita respirar con tranquilidad al Real Zaragoza, al menos, de cara a la próxima semana.