Lucas Alcaraz, que el lunes fue destituido como entrenador del Real Zaragoza, se ha despedido este martes en las redes sociales señalando que había sido "un orgullo grandísimo" ocupar "uno de los banquillos más importantes del fútbol español".
El preparador andaluz agradece al club la oportunidad de haber trabajado en él, así como su trato y ha explicado que se sentía "capacitado para continuar". Igualmente ha agradecido el trato de todos los estamentos del club así como a los que han sido sus jugadores durante ocho partidos, de los que ha dicho que está "convencido" de que sacarán adelante la situación.
También se ha querido despedir de la "gran" afición zaragocista y de todo el zaragocismo deseando que "pronto" el equipo esté "a la altura de su gran afición y de su propia historia".
"Me despido con el firme deseo de que el Real Zaragoza obtenga grandes resultados, estos que antes, a pesar de mi empeño, no han sido posibles", ha finalizado.