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Frenazo del Real Zaragoza en Pamplona

Soro disputa un balón (Foto: Dani Marzo).
Manu González

Paso atrás del Real Zaragoza en Pamplona. Condicionado por una segunda parte en inferioridad debido a una evitable expulsión de Eguaras, el equipo aragonés se quedó sin lograr la hombrada ante un rival superior, con mucha calidad arriba. Fue un partido exigente que los blanquillos pelearon hasta el final sin suerte. Víctor Fernández suma así su segunda derrota de la temporada, y su equipo tendrá que buscar argumentos para seguir alimentando su ilusión. Y es que la distancia con los play off parece casi insalvable.

Un Víctor que para encarar el partido mostró una pizarra irreconocible, llena de cambios y sorpresas. Como la presencia de Linares arriba junto a Soro. Álvaro Vázquez jugó tirado a la izquierda, con el casi inédito hasta ahora Pep Biel en la otra banda. La formación, un 4-4-2 con Eguaras y James por dentro.

Los dos equipos salieron muy serios. Conscientes de la entidad del partido y la calidad que ambos movían arriba, se dedicaron a anularse. Fueron unos primeros minutos de tanteo en lo que lo más destacado fue un tiro muy desviado de Roberto Torres en el minuto ocho. La respuesta zaragocista llegó tres minutos después, con un disparo en carrera de Álvaro que se marchó alto tras una buen pase de Nieto.

El primer susto de Osasuna llegó en el minuto 21. Mérida le metió un gran pase a Juan Villar, quien le comió la tostada a Nieto y dejó temblando el poste derecho de Cristian tras un gran derechazo. Linares respondió en la siguiente jugada con un remate flojito a las manos de Rubén. Estas dos acciones agitaron el partido. Villar la volvió a tener dentro del área, pero Cristian respondió bien. Más tarde, Biel abrió a la banda izquierda para que Álvaro le metiera un balón a un Linares que fue derribado en el área pequeña por Unai. El árbitro no pitó nada pese a las protestas del de Fuentes.

Nuevo recital de Cristian

Cuando más tenso estaba el partido, en el minuto 30, llegó el primer contratiempo para Víctor. Guitián sintió molestias y tuvo que entrar Verdasca. Todo eso tras un disparo marca de la casa de Roberto Torres que Cristian despejó a córner con alguna dificultad. La siguiente ocasión también fue osasunista: Clerc se fue por velocidad de Biel y Benito y le metió un centro a un Villar que molestado por Dorado la lanzó fuera. Sufría el Zaragoza en El Sadar, incapaz de llevar la iniciativa.

Cuando moría la primera parte, llegó la mejor ocasión local. Roberto Torres lanzó desde el centro del campo un obús con aroma a tanto más bello de la temporada, pero el atento Cristian metió la mano fuerte para evitar lo que hubiera sido una maravilla del navarro. Y es que si Torres es posiblemente el mejor lanzador de la categoría, el nivel de Cristian sobrepasa cualquier ranking.

Cuarenta minutos en inferioridad

En el inicio de la segunda parte las cosas se complicaron de forma definitiva. Eguaras, apercibido, le entró fuerte abajo a Nacho Vidal. Según el árbitro, el navarro llegó tarde y vio la segunda tarjeta. A la calle, y el Zaragoza con diez los siguientes cuarenta minutos. Ante esa situación, Javi Ros entró para aportar músculos y pulmones... y multiplicarlos por dos. Se complicaba aún más la cosa. El partido se vio abocado a ráfagas de metralla contra el área de Cristian. Mientras, un agazapado Zaragoza trataba de salir a la contra. Eso sí, incluso en inferioridad, la posesión seguía igualada.

Linares, Álvaro y Soro se vaciaban en defensa y estaban atentos a los balones en largo que les caían. Ros y James se hicieron grandes en el centro del campo y la defensa apenas se tambaleaba. De la atrevida propuesta de la primera parte, a una versión conservadora y convincente con diez. Todo se fue al traste en el 70. Chechu Dorado no acertó a despejar un balón desde la banda que Villar convirtió en el 1-0. El Sadar se vino abajo. Dos minutos después, Torres se topó con el poste.

Esfuerzo zaragocista hasta el final

Como un soldado malherido en tierra conquistada, el equipo aragonés se hizo el muerto con un Osasuna que ya celebraba los tres puntos. Tanto es así, que los navarros se relajaron. En el 82, Álvaro Vázquez la tuvo: Oier cedió atrás un balón directo a los pies del de Badalona. Este se fue directo a la portería de Rubén, pero no acertó en la definición pese a estar solo. No tiene suerte Vázquez desde su doblete ante el Oviedo. Espoleados por la ocasión, los blanquillos se lanzaron arriba. El suplente Pombo probó de lejos, y Nieto y Benito buscaron atacar por las bandas. Aún le dio tiempo a temblar a Osasuna, pero el esfuerzo se quedó en nada. Derrota por uno cero y frenazo para un Real Zaragoza que se tendrá que concentrar ahora en no acercarse al descenso.

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