Tras el fiasco en Son Moix ante el RCD Mallorca, el Real Zaragoza comienza a velar armas de cara al encuentro del próximo lunes ante el Nàstic en La Romareda. Un partido para el que el equipo aragonés podría contar con los efectivos justos en defensa debido a los problemas físicos y a la expulsión sufrida por Carlos Nieto.
El defensa aragonés, recién renovado por el club hasta 2023, dejó al equipo blanquillo con un hombre menos en el minuto 73 de partido, lo que supuso el principio del fin de las esperanzas del Real Zaragoza de sacar algo positivo en la isla. Tras ver la cartulina en la recta final de la primera parte, Nieto vería la segunda al zancadillear a un rival que avanzaba a la contra. Una acción que el árbitro juzgó con rigurosidad al considerar como “ataque prometedor” la carrera de Sastre al que le faltaban cerca de 15 metros para alcanzar el centro del campo.
Desde el club aragonés se considera como injusta, por excesivamente rigurosa, la sanción sufrida por el defensa, por lo que los servicios jurídicos están valorando recurrir las dos tarjetas que vio el futbolista. El problema radica en encontrar el resquicio legal que, acompañado de las pruebas videográficas correspondientes, sirva para revocar la decisión arbitral, más allá del criterio mostrado por el colegiado, algo en lo que los comités no entran a valorar.
Por lo tanto, el Real Zaragoza se afana en conseguir que Carlos Nieto pueda estar a disposición de Víctor Fernández frente al Nàstic pero, como sucedió en semanas anteriores, como con Eguaras, la última palabra quedará en la mano de los diversos comités, por lo que no será sencillo que el lateral izquierdo acabe jugando el encuentro frente al equipo catalán, toda una final por la salvación en el estadio de La Romareda.