Para el partido contra el Nàstic, catalogado como una final, Víctor Fernández ha de idear un once capacitado para poder otorgarle a La Romareda una nueva victoria, que genere algo de tranquilidad a la afición blanquilla. Y ante el aluvión de lesiones que tiene el equipo, el ataque parece ir recomponiéndose poco a poco.
Con sólo las bajas de Toquero, indefinida, y Papu, que en principio estará por fin para el partido ante el Cádiz, se le abre un amplio abanico de posibilidades al técnico aragonés en el ataque zaragocista.
Según sea el esquema por el que opte Víctor, el Real Zaragoza podría jugar con un sólo hombre en la punta de ataque o con dos. De esta situación dependen Linares y Álvaro. Ambos han llegado a jugar juntos desde el inicio, como en la derrota ante Osasuna, y saliendo uno de ellos como suplente, como en la victoria en Lugo, en la que Linares se estrenó como goleador.
Aún con todo, en la mediapunta también hay una amplia variedad. Nombres como Pep Biel, Soro, Pombo... cogen fuerza, pero no caben todos en el terreno de juego.
Pep Biel parece haber encontrado un hueco en el once, ya que ha sido titular en los dos últimos partidos. Soro, por su parte, tiene mucha peso en el juego del equipo, pese a haber sido suplente frente al Mallorca. Y Pombo ha dado un bajón importante, según el propio Víctor esta misma mañana, pero su importancia sobre el césped es más que considerable.
Si con todo lo mencionado Víctor no tiene una idea clara para el once titular, aún hay más nombres con los que puede contar. Víctor sigue teniendo en la recámara a Aguirre, que de los últimos cuatro partidos, ha tenido minutos en tres, siendo titular en la victoria ante el Elche.
Además, puede proponer un esquema diferente en el que sean los centrocampistas puros los que predominen. En este caso aparecerían nombres como Eguaras e Igbekeme, que son fijos para él en la medular, y Javi Ros, Guti o Zapater, que también podrían conformar un equipo hecho para dominar la posesión.