El aficionado del Real Zaragoza navega durante las últimas jornadas en un mar de intranquilidad. Al nerviosismo que produce encontrarse ante un partido en el que el equipo se juega buena parte de su futuro, se le suman los problemas físicos de dos de los que probablemente sean los jugadores más regulares de la temporada, James y Cristian.
Si bien el primero, el centrocampista nigeriano James Igbekeme, ya se encuentra plenamente descartado tras haberlo anunciado de forma elocuente Víctor Fernández en rueda de prensa, no sucede lo mismo con el segundo, un Cristian Álvarez, que mantiene viva la duda y así parece que será hasta el final.
En la jornada del jueves el club mostraba imágenes del guardameta trabajando en solitario junto al preparador de porteros. Una imagen que se ha repetido en la mañana del viernes, en la que, mientras el grupo se ejercitaba a las órdenes del preparador físico, con los porteros Ratón y Sergio García incluidos, el argentino trabajaba en solitario para probar sus sensaciones.
Ejercicios antes de los cuales el técnico aragonés ha querido interesarse por el estado de Cristian. Después, ya metido de lleno en la sesión, el portero ha mostrado buenas sensaciones, sin atisbos de grandes molestias y deteniendo cuantos balones se ponían a su alcance.
Un halo de optimismo que habrá que acabar de confirmar cuando se conozca la convocatoria para el partido en Córdoba, momento decisivo para saber si el portero puede, de forma definitiva, seguir guardando la portería del Real Zaragoza la próxima jornada.