Varias son las notas positivas que puede recabar el Real Zaragoza de su victoria en el Nuevo Arcángel. Más allá de tres puntos que le sirven a los aragoneses para tomar distancia con el descenso, la notable actuación del Marc Gual, autor de los tres goles; las paradas de Cristian o la vuelta de Papu al equipo, permiten a los blanquillos vivir con la esperanza de cerrar la salvación cuanto antes.
Uno de los momentos más esperados se produjo en los últimos minutos de partido. Con el encuentro decidido en favor del equipo zaragozano con un incontestable 0-3, Víctor Fernández le ofrecía la oportunidad a Giorgi Papunashvili de volver a sentirse futbolista. El georgiano saltaba al césped después de 93 días, algo más de tres meses sin vestirse de corto.
Lejos queda ya su última actuación, en la jornada 25 frente al Real Oviedo. En aquella ocasión, Papu fue titular ante el equipo asturiano, disputando 63 minutos, hasta que dejó su puesto a Soro. Desde entonces, la situación del futbolista había sido poco menos que un misterio. Una lesión de tobillo que se reproducía desde la dolencia sufrida en la jornada 7 frente al Albacete.
Tras un mes en su país tratándose con el médico de la selección y muchas incógnitas sin resolver, finalmente Papu ha vuelto al equipo aragonés y lo hace en el momento decisivo. Un momento para el optimismo, especialmente para Víctor Fernández, que encuentra en el atacante una pieza diferente al resto y que puede ser de gran utilidad para desatascar al equipo en momentos complicados, algo que ya hizo el georgiano en el primer encuentro del técnico, en el que anotó el gol de la victoria con remontada frente al Extremadura.