El Real Zaragoza reveló el fichaje de Francisco Javier 'Pichu' Atienza, una incorporación de cara a reforzar la línea defensiva. El futbolista recala en el conjunto blanquillo tras una dilatada carrera en Segunda división B y LaLiga 1|2|3. Ahora, tras una temporada en el CD Numancia, le llega el gran salto a un equipo y una afición de la exigencia de La Romareda. Pero, ¿cómo juega el nuevo defensa zaragocista? Te lo contamos.
'Pichu' Atienza es un futbolista que, a primera vista, llama la atención por su envergadura. Con sus 1.90 metros, el juego directo de los rivales hacia el delantero son para el central en la mayoría de ocasiones. También los centros al área, en los que se convierte en una torre que repele todo. No en vano, promedia más de la mitad de los duelos por alto ganados y 4.3 despejes por partido. Unas cifras que hablan a las claras de su capacidad aérea. También en el plano ofensivo, anotando dos goles la pasada temporada
Como defensa hace gala de una gran inteligencia táctica y lectura de las situaciones. Siempre bien situado, sabe elegir los momentos en los que guardar la posición, aguantar al delantero y/o acudir al corte. Por otra parte, a campo abierto se trata de un central lento. Aunque en los primeros metros tiene buena zancada, a la hora de rectificar hacia atrás al contragolpe le cuesta un poco más.
Aunque, sin embargo, lo que más llama la atención es su fiabilidad con el balón en los pies. En esta faceta habrá hecho y hará las delicias de Víctor Fernández. Atienza tiene una gran personalidad a la hora de sacar la pelota jugada. Primero, porque no le quema. Pide siempre la pelota, se abre para recibir con espacio y no se arruga. Además, no le teme a la conducción si tiene metros por delante, para atraer rivales y soltar la pelota a un compañero en ventaja. Segundo, porque su inteligencia para decidir bien y batir línea está muy por encima de la media en LaLiga 1|2|3. Y tercero, porque su golpeo de balón, tanto en corto como en largo y con ambas piernas, es muy bueno.
'Pichu' es una delicia cada vez que tiene que sacar la pelota jugada. Acumula una media de 45.3 pases precisos por partido, con una precisión del 87%. Su margen de error es más elevado porque tiende a arriesgar con balones en largo, que en repetidas ocasiones anticipan los defensas rivales.
En definitiva, Atienza se trata de un salto cualitativo respecto a Diogo Verdasca, Álex Muñoz o Chechu Dorado. Es un central contundente, expeditivo, que va bien al corte y que por arriba es un seguro de vida. Muy completo. Su pareja con Alberto Guitián puede ser una de las más interesantes de la categoría, porque a priori parecen muy complementarios. Si consiguen continuidad los dos juntos y el sistema defensivo funciona, el Real Zaragoza habrá sumado un aval competitivo que no tuvo la pasada temporada.
Análisis tendencioso, subjetivo y totalmente impreciso.