El Real Zaragoza cuenta las horas para que llegue el momento en el que oficialmente vuelva al estadio de La Romareda. Un momento de ilusión para el que habrá que esperar hasta la noche del sábado, en la que el CD Tenerife visite el coliseo zaragozano en el que será el primer encuentro de la temporada para ambos equipos.
Una sensación que siempre es especial, tanto para los equipos como para los aficionados, que vuelven a sentir la esperanza que otorga el reinicio de la competición, como si nada de lo sucedido con anterioridad tuviera importancia. Una ilusión que se ha agudizado este verano en la afición blanquilla, en buena medida por la continuidad de Víctor Fernández en el banquillo.
Sin embargo el primer partido de competición no siempre ha sido positivo para el técnico aragonés, que cuenta a sus espaldas con una dilatada trayectoria. Buen ejemplo, aquella temporada, la 1990/91, en la que tomaría las riendas del Real Zaragoza por primera vez, pero que inició en el Deportivo Aragón, lo hizo con derrota, 1-2 frente al Racing de Santander.
En su primera experiencia a los mandos del equipo blanquillo apenas consiguió dos victorias en sus seis temporadas. En las dos siguientes, ambas ante el Espanyol, sumó un empate (1-1) y un triunfo (2-1). Posteriormente, en la 1993/94, en la que acabaría alzando la Copa del Rey, se inició el curso con derrota ante el Sevilla (1-2) y en la que se ganó la Recopa, el debut fue con empate frente al CD Tenerife (2-2). Sus dos últimas temporadas en este tramo con el Real Zaragoza se iniciaron con victoria ante el Oviedo (1-0) y empate frente al Logroñés (2-2).
Lejos de la capital del Ebro mejoraron sus números en el debut liguero. Con el Tenerife, pese a la escasa duración de su experiencia, la temporada se inició con empate frente al Dépor (0-0). Mismo resultado y rival en su primera campaña en el Celta de Vigo. En la siguiente, derrota frente al Oviedo por 1-0 y posteriormente dos victorias consecutivas frente a Osasuna, por 0-2 en la temporada 2000/01 y 0-3 en la 2001/02. Con el Betis, otro triunfo, frente al Deportivo de la Coruña por 2-4 y derrota ante el Real Madrid, 2-1. En sus experiencias internacionales, empates, tanto con el Oporto como con el Gent.
De vuelta al Real Zaragoza, en su segunda fase, dos derrotas para iniciar ambas temporadas. La primera se cayó ante el Dépor por 3-2 y en la segunda frente al Murcia, por 2-1. También con derrota se inició su última experiencia, en aquella ocasión con el Deportivo de la Coruña, con el que perdió en el debut frente al Granada (2-1).
Apenas unos ejemplos de la dificultad que entraña lograr el triunfo en el partido inaugural, en el que todos los equipos se encuentran todavía con mucho trabajo por hacer y necesitan de tiempo y paciencia para alcanzar la excelencia.
Esta reseña es la típica gafe. Y como los gafes se contagian, mejor, ni caso. ¿ Qué se saca de ella si no es restar una ilusión inicial que ahora tenemos? Me recuerda a la actitud, siempre negativa de uun tal Paco Ortiiz Remacha. Lo dicho: Ni caso, a los agoreros.