Incógnita Zapater
La llegada de Shinji Kagawa al Real Zaragoza parece haber hecho olvidar a algunos, pero la presentación del japonés superó, por poco, a la vuelta del hijo pródigo. Nada comparable desde entonces a la vuelta de Alberto Zapater al equipo aragonés, con le que ha tenido ocasión de vivir todo tipo de experiencias en estas últimas temporadas.
El ejeano, convertido en capitán del Real Zaragoza, ha tenido ocasión de vivir en un equipo que coquetea constantemente con la zona baja de la clasificación, del mismo modo que es capaz de mirar a la cara a los mejores y luchar por el ascenso. Fue aquella, en la que se luchó por subir de categoría, la mejor de las tres temporadas que enlaza Zapater en esta segunda fase como blanquillo.
Sin embargo, la mayor parte del tiempo, el canterano ha sufrido los sinsabores de una competición compleja en la que los errores se penalizan sobremanera. Una situación que ahora, además, se ve agravada por los problemas físicos del capitán. Ya la pasada campaña sufrió una lesión en pretemporada que lastró su rendimiento durante el curso. En esta ocasión ni está ni se le espera con la competición ya iniciada.
Zapater se perdió los últimos encuentros de la pasada temporada con objeto de tratarse la rodilla y volver en pretemporada. Sin embargo, el tiempo pasa y el capitán sigue al margen. El ejeano se ha perdido toda la preparación y el inicio de la campaña. Lo peor, no tiene fecha de vuelta. Rara vez se ve al jugador blanquillo en la Ciudad Deportiva, con distinto horario que sus compañeros ya que trabaja en solitario.
Poco se sabe sobre su lesión y la posibilidad de que vuelva al equipo. Apenas las palabras del propio jugador que, en su última comparecencia, mostró cierto pesimismo respecto a los plazos de recuperación. Una baja importante dentro y fuera del césped de un jugador cuya figura trasciende lo futbolístico para la afición blanquilla.