El encuentro del Real Zaragoza en el Carlos Tartiere supondrá un punto de inflexión para el equipo aragonés. Tras un buen inicio en el que los de Víctor Fernández han conseguido mantenerse en la parte alta de la clasificación. A partir del próximo fin de semana y en apenas un mes, el conjunto blanquillo deberá marcar un nuevo rumbo en una serie extenuante de partidos.
Se eleva el nivel de los rivales; por clasificación, por presupuesto o por necesidad, y el Real Zaragoza deberá superar una tras otra, tremendas pruebas de madurez para un grupo que ha ido fraguando durante las últimas temporadas, añadiendo ligeras pinceladas en busca de la mejora definitiva que permita el asalto al ascenso.
El punto de partida será el Real Oviedo, colista en estos momentos y que querrá revertir su situación, especialmente jugando como local. El jueves será el turno de un Málaga venido a menos que también buscará recobrar el brillo con un triunfo de mérito en La Romareda. Mismo objetivo para el Cádiz, con la salvedad de que los gaditanos llegan uno de los equipos destacados de la competición. Después de una semana para tomar aire, derbi del Moncayo en Los Pajaritos. Un encuentro que precederá a la disputa del aplazado en Fuenlabrada y para acabar, la visita del Mirandés a la capital del Ebro y la visita a El Molinón.
Un mes con siete partidos, 24 puntos en juego, que deberán marcar de manera firme, hacia dónde camina el Real Zaragoza y cuáles van a ser sus objetivos de cara al menos, al final de año en LaLiga SmartBank.