Kagawa vuelve a la casilla de salida
Shinji Kagawa fue el fichaje estrella del Real Zaragoza en el mercado estival. Con una trayectoria impecable a sus espaldas, su llegada a LaLiga SmartBank se convertía en todo un fenómeno de masas, ademas también el club e incluso por las instituciones regionales aprovechaban para mantener el tirón abriendo mercado en Japón.
Pero la llegada del jugador nipón a la capital del Ebro escondía también otra realidad. La de un futbolista que llevaba meses sin disputar un partido oficial y que se encontraba apartado en su club de origen, el Borussia Dortmund, relegado a los entrenamientos del equipo filial.
Una situación que se dejó notar en el inicio de su trayectoria con el Real Zaragoza. Kagawa dejó destellos en los primeros encuentros pero la gasolina se le acabó pronto, obligando a Víctor Fernández a sustituirle entrada la segunda parte. Se perdió así los últimos minutos en los partidos ante Tenerife, Ponferradina y Elche. Llegaron después sus mejores momentos, especialmente en los encuentros ante Alcorcón y Extremadura, disputando los 90 minutos en ambos. También, aunque con menos brillo, ante el Lugo.
Tras el partido frente al Real Oviedo, en el que fue sustituido a poco más de cinco minutos para el final, un resfriado le impidió formar parte del equipo ante el Málaga. Desde entonces, Kagawa parece haberse reiniciado. Quizá por volver al once de forma apresurada ante el Cádiz, partido en el que duró algo menos de una hora, pero el japonés no ha vuelto a ser el mismo, ofreciendo de nuevo su mejor versión. Y siempre sustituido. Así fue en los partidos ante Numancia y Mirandés, partidos en los que el cambio llegó en momentos similares al inicio de la temporada. Pero también fue suplente ante el Fuenlabrada y se quedó en el vestuario al descanso ante el Sporting.
Una necesidad, la del japonés de volver a encontrar la forma como la que tiene el Real Zaragoza de contar de nuevo con su estrella en las mejores condiciones posibles. Esfuerzo individual y colectivo para devolverle al equipo aragonés la alegría a través de Kagawa. Y no hay mayor felicidad que la que llega acompañada de victorias.