El Real Zaragoza se ha interesado en las últimas horas por Gaizka Larrazabal, extremo de gran proyección que no está teniendo muchas oportunidades en el Athletic Club, El cuadro aragonés sondea el mercado y esta opción gusta mucho, pero, por ahora, se han encontrado con la negativa de los vascos. Lalo Arantegui está buscando cerrar el mercado con este perfil de futbolista ya que tras la salida de Pombo y Papunashvili la plantilla anda coja en esa demarcación. El perfil de la joven perla vizcaína es el que mejor encaja en esas necesidades.
Lleva disputados ocho partidos en la actual liga, el último de ellos la derrota ante el Real Betis por 3-2 en el Benito Villamarín. Y ha jugado uno en copa, la victoria en el Martínez Valero, el campo del siguiente rival en ese torneo, precisamente, el Elche.
"No me pongo límites", ha dicho en una sala de prensa. Cuentan las crónicas que Gaizka Larrazabal (17 de diciembre de 1997, 22 años) se reivindicaba en el claro triunfo en la Copa del Athletic Club de Bilbao por (0-3) ante el Intercity en Elche. El estadio Martínez Valero contemplaba dos asistencias del joven extremo de Loiu el mismo día en que el joven león cumplía sus 'dos patitos'. La saga continúa con el hijo del histórico Aitor, uno de los jugadores con más partidos del Club (445), que hoy comanda desde el banquillo al Salamanca UDS en Segunda B.
Lo de reivindicarse es algo que parece lleva cosido. Es un chico joven pero no le tiembla el pulso. Así lo pudo comprobar en sus propias carnes la nueva directiva, la de Aitor Elizegi, a la que le dejó las cosas muy claras: "O me subís al primer equipo o me marcho", les vino a decir en Lezama cuando evaluaban el posible salto de varios cachorros.
Está acostumbrado a arriesgar. Va con su puesto. Al término del partido de copa ya lo dijo: "Hoy día hay muchos equipos que juegan por dentro, con muchos jugadores de calidad; pero no hay que menospreciar al extremo puro, como yo, el que encara al lateral. A mi me gusta ir a por el lateral, si sale bien pues genial y si no... a seguir hasta que salga", lanzaba con su habitual desparpajo.