Uno de los grandes perjudicados en el Real Zaragoza por el parón que ha sufrido la competición a causa del coronavirus es Alberto Zapater. El capitán blanquillo había vuelto a la dinámica del grupo después de superar una larga lesión de rodilla y ansiaba su vuelta al césped de La Romareda. Deseo que explica en una entrevista.
Cuenta Zapater la sensación de volver al trabajo con sus compañeros y de repente ver que todo se para, “he estado solo todo el año y ahora que entreno dos días con mis compañeros ya no entreno más”. Algo a lo que añade además su deseo de volver a sentir el calor de la afición de La Romareda “tenía la ilusión de jugar con gente y eso seguramente no va a pasar” y añade que “el fútbol sin gente no tiene mucho sentido”. Precisamente esa había sido una de sus motivaciones durante la lesión, “una de las cosas que me ha hecho tener ilusión por volver a jugar era jugar en La Romareda. Lo he visualizado cada día”.
“Una de las cosas que me ha hecho tener ilusión por volver a jugar era jugar en La Romareda. Lo he visualizado cada día”
Reconoce además que “estaba viendo ya la luz” y que “necesitaba entrenar con mis compañeros, sentir el campo, competir y entrenar”. Aunque no puede evitar no sentir la misma añoranza del trabajo grupal como otros compañeros, tras un largo periodo de trabajo en solitario. Reconoce, eso sí, que “ellos estaban en un momento increíble”. Y aunque hasta sus primeros entrenamientos “no me había dado un pase con bastantes de ellos, son nuevos de este año”, mantiene el deseo de “vivir partidos y viajes te une. Esa es la ilusión que yo tenía y espero que pasará”.
El escenario que se presenta ahora promete ser muy diferente al que había antes de parar, “si se vuelve a jugar va a ser una nueva temporada. Va a ser un nuevo escenario de todo”. Una situación que le recuerda a Zapater a su paso por Rusia y las vacaciones invernales, prolongadas en el tiempo y que obligaban a realizar pretemporada. El ejeano reconoce que “me mató” y concreta la causa, “mi cuerpo no estaba acostumbrado a ese parón”. Además, si se ven obligados a jugar en verano, “nos adaptaremos”.
Tanto Alberto Zapater como el resto de sus compañeros han aceptado la reducción de su salario, algo en lo que el capitán ha tenido mucho que ver y que explica de la siguiente manera, “creo que hemos hecho un esfuerzo todas las partes” y añade que “era lo que había que hacer”. Una negociación que parece no haber sido complicada en exceso, “se nos explica lo que requería la situación. Hemos tratado de ser todos honestos y trasparentes. Se ha llegado al acuerdo, que todos creíamos que era lo mejor y esperemos que solucione el problema”, por una crisis que se extenderá según el aragonés, “es algo que va vivir todo el mundo del fútbol. Durante un tiempo no va a ser igual”.
Con todo lo que está pasando, Zapater no pierde la perspectiva, consciente de que “hay gente muriendo cada día. Sólo por eso hay que hacer lo que esté en nuestra mano para que esto pase” y es consciente de lo importante en estos momentos, “el fútbol es una ilusión pero ahora mismo hay que mirar a lo importante, que es la salud de las personas”.