El Real Zaragoza vive la peor situación deportiva de su historia, y a esta crisis en lo deportivo se le une una delicada situación financiera. Por ello, la directiva zaragocista busca soluciones para hacer frente a su convenio de acreedores de la forma más efectiva y cotejando todos los escenarios posibles. De esta forma, el club aragonés ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza una solicitud para que modifique el actual convenio y que retrase los pagos hasta 2030.
Además, con esta propuesta la directiva aragonesa del club blanquillo intenta blindarse, y en caso de un descenso de categoría, que estos pagos quedasen suspendidos. El otro escenario sería que, en caso de ascenso a LaLiga Santander, el Real Zaragoza abonaría anualmente un 20% más adicional, mientras estuviese jugando en la categoría de oro del fútbol español. Los pendientes de pago son de 24,736 millones de euros, y esta solicitud se fundamenta en la Ley 3/20220.
Esta solicitud, que fue presentada el pasado viernes y ha sido notificada a los acreedores este martes, se convertiría en la segunda modificación que se realiza en el convenio de acreedores, y que ya fue cambiada en 2016. En aquella propuesta no hubo problemas y la solicitud salió adelante con más del 60%. Actualmente, el margen de aprobación es mayor teniendo en cuenta que la SAD ha pedido que se tramite exigiendo el mismo porcentaje en virtud de la Ley 22/2003 y que no va a contar con el apoyo de su mayor acreedor el Shaktar Donetsk.