Una foto entre el orgullo y la vergüenza

El Real Zaragoza vive en dos realidades paralelas durante las últimas temporadas. Por una parte está el primer equipo, que sufre lo indecible para mantener la categoría o se muestra incapaz de alcanzar el sueño del ascenso. Por otra, una cantera que no deja de ofrecer triunfos y futbolistas del máximo nivel.

Uno de los mejores ejemplos que pueda encontrarse en estos momentos de lo fructífera que es el trabajo ejercido en la Ciudad Deportiva está en los equipos inferiores de la selección española. El Real Zaragoza ve con orgullo como hasta cuatro futbolistas se han juntado en las últimas convocatorias. En la sub 21 se encuentran Alejandro Francés, Iván Azón y Francho Serrano, mientras que en la sub 19 está Luis Carbonell.

Imagen de presente y futuro para el cuadro blanquillo que, sin embargo, vive un momento histórico con cierta amargura. La que provocó el hecho de que desde la RFEF no se permitiera a los jugadores incorporarse a la concentración horas más tarde que sus compañeros, de manera que todos ellos se perdieron el encuentro ante el Cartagena y del mismo modo el partido del próximo domingo en Alcorcón.

Ejemplo de las dos almas que habitan en un Real Zaragoza al que la cantera le ha ofrecido un salvavidas durante las últimas temporadas, tanto en lo económico como en lo deportivo pero que, para algunos, no se trata más que de otro quebradero de cabeza.