El mercado de fichajes ha finalizado y es hora de hacer balance. Atrás quedan múltiples negociaciones, llegadas, salidas y todo tipo de movimientos. Esta temporada, el Real Zaragoza ha llevado a cabo, prácticamente el mismo número de movimientos que el curso pasado. En ElDesmarque hacemos balance de cómo ha transcurrido la ventana estival en el club aragonés.
Comenzó el verano con poco movimiento en las oficinas de zaragocistas debido al posible cambio de propiedad del club que ha ralentizado todas las operaciones. Miguel Montes Torrecilla y Juan Ignacio Martínez han trabajado de la mano para encontrar las mejores opciones que ofrecía el mercado, también a expensas de las salidas que se iban produciendo. Poco a poco, los fichajes fueron llegando.
En total son ocho las caras nuevas del vestuario: Fran Gámez (Mallorca), Borja Sainz (Alavés), Radosav Petrovic (Almería), Lluis López (Espanyol), Álvaro Giménez (Cádiz), Nano Mesa (Cádiz), César Yannis (Club Deportivo del Este) y Valentín Vada (Almería). Ocho movimientos para reforzar todas las líneas del campo, y para ello han sido necesarias hasta diez salidas para liberar masa salarial.
El apartado de salidas tampoco ha sido nada fácil para la dirección deportiva del Real Zaragoza. Todos los movimientos excepto dos (Atienza y Mingotes) han terminado en forma de cesión: Azón (Tarazona), Marc Aguado (Andorra), Jannick Buyla (Nástic de Tarragona), Atienza (libre), Mingotes (Tarazona), Bikoro (Hércules), Baselga (Zamora), Vuckic (HNK Rijeka), Gaizka Larrazabal (Amorebieta) y Carbonell (RM Castilla). En total 10 salidas (8 cesiones, el traspaso de Mingotes a coste cero y la rescisión de contrato de Atienza).
La única tarea pendiente de Torrecilla ha sido el caso Javi Ros. Tanto Torrecilla como JIM comunicaron al navarro que no contaban con él por lo que le plantearon una salida. Sin embargo, la intención del futbolista ha sido siempre la de quedarse en el club blanquillo.
Javi Ros siempre ha mostrado su compromiso con el club, y ahora seguirá una temporada más, aunque su participación en el equipo está complicada debido al 'overbooking' de futbolistas que hay en el centro del campo.