Lejos de los grandes focos existe otro fútbol de selecciones. El de países pequeños o de escasa tradición que buscan salvar la honra de su nación. Partidos que apenas llaman la atención fuera de sus fronteras pero que llenan el orgullo de los corazones patrios.
Uno de esos encuentros tuvo lugar hace apenas unos días en el corazón del Pirineo. Sobre el césped (artificial) del Estadi Nacional de Andorra, se veían las caras los combinados de dos minúsculas naciones, como son el cuadro local, Andorra y la selección de San Marino, país situado en el corazón de Italia. Dos de las peores selecciones según el ranquin FIFA, en el que que los visitantes ocupan el penúltimo lugar, el 209 y los locales, algo mejor, el 156.
El choque, rodeado de épica, tuvo un protagonista muy especial. Se trató de jugador andorrano Marc Vales. Pese a su perfil defensivo, el futbolista fue el encargado de anotar los dos goles de su selección, convirtiéndose en todo un héroe en su país. Una sensación que no le es extraña, pues ya fue protagonista también en la victoria anterior, anotando el gol que servía para superar a Moldavia, entonces por 1-0, en octubre de 2019.
Un dulce sabor para un futbolista cuya trayectoria futbolística no ha sido sencilla. Formado en las categorías inferiores del Sant Julia pasó al FC Andorra, ambos en el principado. De ahí a los filiales de Sabadell e Ibiza. Pronto comenzaría su relación con el fútbol aragonés, vistiendo las elásticas de Binéfar y Monzón. Tras un salto al Atlético Baleares regresó para jugar en un filial, en esta ocasión en el equipo C del Real Madrid y de ahí al del Real Zaragoza.
En en conjunto blanquillo disputó una temporada en la categoría de bronce, la 2014/15. Un curso que inició Emilio Larraz y en el que pronto tomaría el mando César Láinez, pero no se lograría la permanencia. A su lado en aquella campaña estuvieron nombres que, tiempo después, se hicieron habituales en el primer equipo, como los de Lasure, Nieto o Pombo. Otros, pese a debutar, no tuvieron tanta suerte, como Tarsi, Tierno, Ortí, Sergio Gil o Juan Esnáider.
Tras un último paso por L’Hospitalet, el futbolista andorrano probó suerte más allá de la península ibérica. Lo hizo primero en Finlandia, enrolándose en las filas del SJK Seinäjoki y en la actualidad milita en el Sandefjord de la Primera división de noruega. Allí ha encontrado su lugar junto con Andorra, donde ya se ha convertido en todo un héroe nacional.