El Real Zaragoza afronta dos encuentros de nivel para acabar el año. Será primero la visita al líder, el Almería, la que marque el destino de los blanquillos, que después recibirán a otro equipo de la parte alta de LaLiga SmartBank, el Tenerife.
Dos partidos importantes que pueden definir las aspiraciones reales de los aragoneses y para los que Juan Ignacio Martínez espera poder contar con todos sus futbolistas. Sin embargo, una línea solvente, como ha sido hasta ahora la defensa, podría encontrarse en problemas.
La acumulación de tarjetas amarillas amenaza en estos momentos a dos de los centrales habituales de JIM. Tanto Jair Amador como Lluís López cuentan con cuatro amarillas, por lo que, de ver una más se perderán el siguiente partido. Además, Alejandro Francés está con tres, por lo que el riesgo también se encuentra cercano.
Más si cabe teniendo en cuenta la variedad y el peligro de los delanteros a los que se va a enfrentar el Real Zaragoza en los próximos partidos. Un problema que, de forma aislada no debe suponer un excesivo contratiempo para el técnico, pues cuenta con una terna de cuatro centrales de garantías, pero en caso de sumar más de una baja, podría convertirse en una situación realmente problemática.