El Real Zaragoza cayó con estrépito frente al Mirandés. El conjunto aragonés realizó, posiblemente, el peor partido de la temporada en Anduva para acabar perdiendo frente a un equipo que contaba con la baja de hasta diez futbolistas por covid.
Buena parte de la culpa de la derrota podría deberse a un inesperado cambio de sistema. Juan Ignacio Martínez optó por formar con tres centrales, algo inédito en el once titular desde su llegada al equipo aragonés. Una fórmula que no funcionó y a la que se añadió la expulsión de Valentín Vada.
Ante las bajas en el lateral izquierdo, JIM optó por sumar a Enrique Clemente a ese costado, lo que significó la puesta en liza de hasta cuatro centrales, sumando a los tres que ocuparon el centro de la defensa -Jair, Francés y Lluís López-. Una anomalía que no vivía el Real Zaragoza desde tiempos de Ranko Popovic.
En la temporada 2014/15 de LaLiga SmartBank, en la que el Real Zaragoza luchó por el ascenso, el técnico serbio también probó una fórmula en la que tenían cabida cuatro centrales al mismo tiempo. En aquella ocasión se estrenó con un 4-0 en el Villamarín, frente al Betis, donde Jesús Vallejo ocupó el lateral derecho, Cabrera el izquierdo y la dupla Rubén-Mario formó en el centro de la defensa.
Experimentos de escaso éxito que obligan a la reflexión. En el caso de JIM, tras el fracaso frente al Mirandés, deberá darle un nuevo giro al equipo con la esperanza de que sea capaz de reponerse de cara al compromiso del próximo fin de semana frente a la Ponferradina.
Este señor está totalmente perdido.