Álvaro González está viviendo un auténtico calvario en el Olympique de Marsella. Y es que el central cántabro fue apartado del equipo por cuestión del club. Algo que sorprende mucho al exjugador del Real Zaragoza, que en todo momento ha liderado un vestuario que quería aspirar a cosas grandes. No en vano, durante toda su trayectoria en la Ligue 1, ha sufrido diversos episodios tanto dentro como fuera del campo que le han tenido, en muchas ocasiones, en el centro de la polémica. Desde su enfrentamiento personal con Neymar Júnior en los duelos contra el Paris Saint-Germain (recordemos que el PSG es enemigo íntimo del OM) hasta enfrentamientos con su propia afición en la ciudad deportiva.
Ahora, Álvaro González se ha sincerado en el diario AS. Así las cosas, el central admite que no está pasando por su mejor momento. Especialmente en el ámbito deportivo, donde acumula ya muchas jornadas sin jugar. Siempre está en las convocatorias, siempre está en el banquillo, pero nunca juega.
"Lo que estoy viviendo ahora es futbolísticamente malo, porque el míster... bueno, el club, tomó decisiones cuando me había renovado hacía cinco meses y yo no quise moverme, claro. Después, en la ciudad, la gente me quiere, me cuida bien y estoy super a gusto, pero, claro. Al final nosotros nos movemos por lo deportivo. Si no juego, no puedo estar bien y no paso por mi mejor momento", admitió.
Eso sí, Álvaro González no quiere que su situación se perciba como victimismo o queja. "No sé de lo que soy víctima. Lo que sé es que me renovaron y a partir de ahí comenzaron los problemas de todo tipo. Me tuve que bajar el sueldo el 31 de agosto para que aquí pudieran firmar un jugador. Aunque me dolió, lo hice porque soy el tercer capitán del equipo. Comprendí que tenía que hacer esas cosas por el club y por los compañeros, que se podían quedar colgados el día 31. Hice todo lo posible porque se pudiera inscribir a todos los que allí estábamos".
Como consecuencia de ello, el defensa revela que fue entonces cuando comenzaron los problemas. "A partir de ahí, comenzaron a putearme de una manera incomprensible después de cómo me he portado yo, que lo he dado todo por el club, que he estado en las duras y en las maduras, como ya os habéis enterado en España. Después me han querido sacar de malas maneras, aunque yo no he querido", afirma.
Y todo ello, además, después de haberse partido la cara por el club y sus compañeros. "Eso es lo que me ha dolido un poco. Me he llevado palos por enfrentarme a algunas aficiones, por defender a mis jugadores. Por algo soy capitán y me siento responsable de una plantilla en la que soy de los más veteranos con Mandanda y Payet. Ya se vio que en el tema de los botellazos en ciudad deportiva, cuando las cosas iban mal, que hubo el cambio de entrenador, vinieron los ultras. Mandanda yo salimos a dar la cara y a intentar hablar con ellos… y se paga de esta forma también. Al igual que yo respeto al club, me gustaría que el club me hubiera respetado a mí", sentencia.
Eres un flipado, sino juegas será porque tienes mejores compañeros en tu puesto. Tan capitán que eres pues tendrás que apoyarles y no lanzar mierda. El típico capitán que se cree por encima de un club centenario.