El fútbol es una máquina de fabricar emociones. Una de las principales es la nostalgia, el recuerdo de aquellos momentos en el que uno fue feliz y que fácilmente se pueden evocar recordando, por ejemplo, victorias míticas.
Uno de los momentos imborrables de la historia reciente del Real Zaragoza es el asalto al Santiago Bernabéu a finales de 1999. Un 1-5 bien recordado por los aficionados, que no se olvidan de los goles anotados por Juanele, Garitano y Milosevic.
Precisamente el serbio ha sido protagonista durante los últimos días de un reencuentro especial, tanto para sus protagonistas como para la hinchada blanquilla. Junto a Chucho Solana, otro mito del zaragocismo, se vieron las caras en Serbia.
Un encuentro entre dos amigos que va mucho más allá de eso, pues es también un motivo para la nostalgia y el recuerdo de aquella temporada mágica en la que el Real Zaragoza estuvo cerca de lograr el campeonato liguero y del que queda la huella de un partido extraordinario en el Bernabéu.
Fue un gran partido y lo digo yo que no soy aficionado del Real Zaragoza,eso sí el portero que le cayeron cinco aquella noche fue Albano Bizarri.
Yo tenía 18 años y fuy a verlos, fue como si ganaramos un título, fueron 5 pero pudieron ser muchos más disfrute mucho, ese día Bodo Igner no jugo jugo de portero Álvaro Bizarri portero argentino del Madrid
La imagen que nunca se me olvidará es el 5° gol de Milosevic pasando literalmente por encima de Helguera y fusilar a Casillas