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El Real Zaragoza, el infierno de los entrenadores

Declaraciones de Escribá en sala de prensa
D.M.

El pasado 1 de junio, Juan Carlos Carcedo se sentaba por primera vez en el banquillo de La Romareda. Era mediodía y durante su presentación, el técnico riojano recibió la advertencia de los prensentes: “cuidado que quema”.

Aunque se trataba del reclamo ante el calor de un verano que se encontraba a la vuelta de la esquina, fue también la metáfora de lo que le esperaba a Carcedo, como ha sucedido con sus predecesores desde que el Real Zaragoza se instalara sin fecha de salida en LaLiga SmartBank.

Técnicos de todo tipo y condición, hasta quince, han tratado de devolver el conjunto aragonés a la máxima categoría. Una lista que se inicia con Paco Herrera, que dirigió el destino del cuadro blanquillo durante 30 partidos. A él le siguió Víctor Muñoz, que acabó aquella primera temporada e inició la segunda para un total de 26 encuentros.

Ranko Popovic, tras 28 choques fue el que más cerca estuvo del ascenso, pero el gato se lo llevó al agua la UD Las Palmas. En su segunda temporada tampoco fue capaz de conservar el puesto y apenas duró otras 18 jornadas. 24 estuvo Carreras, al que se llevó por delante la debacle de Llagostera.

En la temporada 2016/17 fueron hasta tres los entrenadores que se sentaron en el banquillo de La Romareda. Empezó Luis Milla, le siguió Raúl Agné y acabó con César Láinez salvando al equipo sobre la bocina. La excepción llegó la campaña siguiente, en la que Natxo González lideró al equipo hasta la promoción pese a los problemas iniciales y duró toda la campaña.

El curso siguiente, 2018/19, otra vez fueron tres los entrenadores del Real Zaragoza. Idiakez duró 10 partidos, Alcaraz 8 y Víctor Fernández tuvo que apagar el fuego del descenso, que estuvo por momentos más cerca que nunca. El curso siguiente el entrenador zaragozano llevó al equipo a la promoción marcada por el parón del Covid, que dio al traste con las aspiraciones blanquillas.

Esta montaña rusa volvió a rozar el descalabro en la 2020/21, en la que a Baraja le sustituyó Iván Martínez y tuvo que llegar JIM para obrar un auténtico milagro. En la siguiente campaña, el alicantino ocupó el banquillo durante todo el curso, aunque no consiguió alcanzar la célebre pomada.

Así se ha llegado al momento actual, ya sin Juan Carlos Carcedo y con las esperanzas puestas en Fran Escribá, que deberá lidiar con el mal momento que vive el Real Zaragoza y con un banquillo que no es que queme, es que es todo un infierno para sus inquilinos.

Natxo González en el banquillo de Los Pajaritos en el partido de ida de la promoción por el ascenso entre CD Numancia y Real Zaragoza (Foto: Daniel Marzo).

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  1. Jesus Checa Morata

    Sólo espero que suba el equipo de un vez a primera. Pero para eso, a parte de tener entrenador nuevo, se necesita echarle muchos cojones y morder hasta la hierba de lis campos. Sólo así, subirá el quito a primera.