Este final de año no era, ni mucho menos, el deseado por el Real Zaragoza. Tras dos victoria consecutivas, la derrota de este lunes cortó una buena racha y dejó al equipo sin ese buen sabor de boca antes de Navidades. Esto coloca al conjunto zaragocista en unas posiciones que reconoce bien de años anteriores. Por estas fechas desde hace varias temporadas el equipo no consigue cerrar las primeras vueltas situándose por encima de mitad de tabla.
Para encontrarnos un Real Zaragoza entre los once primeros clasificados tenemos que remontarnos a la campaña 19/20. Ese año se rozó el ascenso, pero la pandemia rompió por completo ese sueño. Tras la jornada 21 el equipo se colocó en quinta posición, algo que no se veía desde 2013. Pero en el siguiente año, 2020, incluso se llegó a enero empatados a puntos con el descenso. Esta acabó siendo una de las épocas más complicadas para el zaragocismo, salvando la categoría en las últimas jornadas de competición. La temporada pasada se llegó al comienzo de la segunda vuelta en una posición algo más cómoda. El equipo llegó a estas fechas situado en la decimocuarta posición, y a seis puntos tanto del descenso como del play-off.
Una campaña particular fue la 2017/2018 en la que el conjunto zaragocista terminó diciembre a tres puntos del descenso. Pero pese a esto logró una de las mejores segundas vueltas que se le recuerdan. Hazañas como esta dejan la puerta abierta a todo en la segunda mitad del curso.
Estos datos muestran la poca fiabilidad que tiene el Zaragoza para cerrar el año de manera positiva. Con el parón, se espera que Escribá siga afinando el equipo y tratando de tocar la tecla adecuada. Además, las posibilidades de nuevas incorporaciones en este mercado de invierno dejan al conjunto una gran capacidad de mejora para la segunda vuelta.