Pocas veces a lo largo de los últimos años ha estado tan cerca la posibilidad de la construcción de un nuevo estadio en la ciudad de Zaragoza. Sin embargo, en los últimos días el consenso alcanzado en el Ayuntamiento ha comenzado a cuestionarse.
Ha sucedido así después de los últimos acontecimientos. Por una parte, tras la alegación de la DGA al plan y, por otra, por la realizada por el Real Zaragoza. En el caso del club blanquillo, se ha podido conocer el informe que refrenda el deseo de la entidad de aumentar el tiempo de explotación del estadio, al menos, hasta los 75 años.
En el citado informe se ponen sobre las mesas las cifras, tanto de coste como de beneficio que se estima pueden deparar el nuevo estadio. En esta ocasión, sería el Real Zaragoza quien asumiría el coste de la construcción, para lo que aportaría el 20% del total, mientras que para el resto necesitaría del apoyo de fondos de inversión. Las cifras que se manejan son de 120 millones por la construcción del estadio más otros 19,1 para la creación de la zona comercial.
Un campo cuyo nombre formaría parte de las vías de ingresos que valora el club. Con capacidad para unos 40.000 espectadores, contaría con 1.000 plazas VIP y museo propio. Además se estima también que pudieran llevarse a cabo otra serie de eventos en su interior, como conciertos. Todo ello en un recinto que contara con la categoría 4 de la UEFA, la máxima, que permite la realización de eventos internacionales.
Se ha estimado también que se podría llegar a ingresar en torno a los 15 millones de euros anuales gracias al nuevo estadio. En esta estimación se incluyen todo tipo de ingresos. Por una parte estarían los socios, que según el estudio podrían llegar a los 30.000 en caso de ascenso y que reportarían algo más de 3 millones de euros. De igual manera, los mil abonos en zona VIP dejarían cerca de 2,5 millones.
Además, el Tour por el estadio y las visitas al museo reportarían pequeños ingresos. Cifras más altas se estiman a las entradas, unas 5.000 por partido disputado (casi 5 millones de euros), como también las zonas comerciales, que superan los 2 millones. La venta del nombre del campo a una firma comercial podría reportar un millón anual. Por último queda la explotación en otros eventos por los que se podría alquilar y que cuyo beneficio se estima en unos 700.000 euros.
Todo lo anterior queda condicionado, según el Real Zaragoza, por la rentabilidad del proyecto. Según el estudio, se presentan dos escenarios. El primero, en el que se amortizan los 139 millones en 40 años, permitiendo la cesión del suelo. En el segundo, se requieren de 75 años permitiendo el derecho de superficie.
Así, lo que se propone es la calificación de la instalación como de “equipamiento privado”, permitiendo el derecho de superficie pero manteniendo los suelos como públicos. De esta manera, se estima que la cesión por 40 años aportaría una rentabilidad del 2,6% mientras que en el caso de una cesión por 75 años, la rentabilidad alcanzaría el 7,5%.
Se considera pues que la cesión a 40 años pondría en riesgo la viabilidad del proyecto, pues se amplía el periodo de retorno de la inversión a 30 años sin contar otras vicisitudes como pudiera ser el incremento de la inversión inicial, la problemática a la hora de captar socios o un eventual descenso a LaLiga SmartBank, lo que provocaría que el proyecto dejara de ser rentable.
Con todo esto y, pese a los desencuentros de última hora que se han producido en el ayuntamiento, el gobierno municipal PP-Ciudadanos se muestra convencido de poder sacar adelante el proyecto y, aunque con un ligero retraso, estima que pueda aprobarse en enero o febrero de 2023.