Juan Carlos Cordero aterrizó en el Real Zaragoza con el mercado invernal abierto y tiene poco tiempo para llevar a cabo las operaciones necesarias para reactivar al equipo aragonés y pensar en alcanzar puestos de privilegio.
Sin embargo, el nuevo director deportivo de la entidad aragonesa no tiene solamente que pensar en el corto plazo, sino que también está obligado a hacerlo en el medio e incluso en el largo, poniendo los cimientos de un proyecto que se intuye ambicioso.
Una de las tareas pendientes para el ejecutivo cartagenero durante las próximas semanas será abordar la situación de los muchos futbolistas cuyo contrato finaliza en el mes de junio de este 2023, especialmente la de Jair Amador.
El central portugués es uno de los hombres fijos de los entrenadores que han pasado por el club desde su llegada y acumula más minutos que nadie esta campaña. Sin embargo, hasta la fecha no se ha podido llegar a un acuerdo para su renovación y que continue la próxima temporada vistiendo la camiseta blanquilla.
La misión de Cordero es la de tratar de convencer a Jair, algo que no consiguió Raúl Sanllehí, pues el objetivo del director deportivo es el de seguir contando con el central, por lo que, además de mirar el mercado invernal, se tratará también de desatascar lo antes posible la situación del jugador, que desde el pasado 1 de enero es libre para negociar con cualquier otro club para llegar con la carta de libertad de cara a la próxima campaña.
Yo que el me irá,
Yo que el me irá,
Yo que el me irá,