De un tiempo a esta parte, el fútbol asiático se ha convertido en uno de los destinos favoritos para aquellos jugadores que quieren apurar su carrera deportiva aprovechando los jugosos contratos y la menor exigencia deportiva que se da en aquellos lares.
Uno de los últimos en la lista ha sido Shinji Kagawa, que tras sus últimas experiencias poco fructíferas en el fútbol europeo tras su salida del Real Zaragoza, firmó con el Cerezo Osaka para volver a su país de origen, Japón. Algo similar hizo también Aria Hasegawa, que regresó a casa tras su frustrado paso por La Romareda.
Sin embargo, han sido muchos los futbolistas que en las últimas temporadas han vestido la camiseta blanquilla y posteriormente han viajado para vivir experiencias exóticas. Muchos de forma inmediata, evidenciando que, quizá, su rendimiento en el equipo blanquillo estaba más cerca del retiro que de la lucha por los objetivos del equipo aragonés.
En la lista de los más recientes se sitúan Jeison Medina, que realizó un viaje de ida y vuelta a Catar, país en el que rindió bien y en el que milita actualmente en el Al-Markhiya o Haris Vuckic, que tras rendir a buen nivel en el Rijeka croata ha tomado un largo camino hacia el Burinam de la primera liga de Tailandia. En esta categoría también firguran las de Álvaro González, compañero de Cristiano Ronaldo en el Al-Nassr y la de Víctor Rodríguez que firmó por el Odisha de la India.
Sin ir más allá de las temporadas en las que el Real Zaragoza ha vagado por LaLiga SmartBank, la lista alcanza prácticamente la veintena de futbolistas. Entre los que permanecen en activo destacan los ejemplos de Edu Bedia y Edu García. Ambos tomaron el camino de asia desde su salida del club aragonés y allímpermanece. Bedia es capitán del FC Goa, su único club desde su marcha a la India y en el que tiene contrato en vigor hasta el próximo mes de mayo, un equipo en el que comparte vestuario con Álvaro Vázquez. Edu García ha cambiado entre China e India y actualmente milita en el Sichuan Jiuniu del gigante asiático.
Muchos otros vivieron en Asia los últimos coletazos de su carrera profesional o un viaje de ida y vuelta antes de colgar las botas. En activo sigue Oliver Buff, que tras pasar por Chipre y Suiza probó fortuna en Malasia antes de regresar a Europa, en las filas del Zalgiris lituano. Algo similar hizo Lanzarote, que puso rumbo a la India para volver a España, militar en Sabadell y Sant Andreu antes de regresar al fútbol indio.
Más complejo todavía fue el camino de Álex Barrera, que se marchó a la India, militó en varios equipos de 2ªB y acabó en Japón. Xabi Irureta dejó el Real Zaragoza también por un equipo indio pero regresó para seguir su trayectoria en equipos modestos del fútbol español, ahora mismo en la Unión Atlético, de Tercera federación.
También Cidoncha pasó por el fútbol Indio y posteriormente regresó para jugar en la Gimnástica Segoviana y el Móstoles. Tato, que jugó en India, pasó por la Roda y acabó retirándose en el Lincoln de la liga de Gibraltar. En el caso de Lolo, tras pasar por el fútbol indú jugó también en Noruega. Incluso Rubén González, que regresó, también de la India, para jugar en el Coruxo.
De quienes no volvieron, hay casos como el de Jorge Ortí, que jugó en Hong Kong, concretamente en el Pegasus. También Natxo Insa, que hizo carrera en el futbol de Malasia, concretament en el Johor o Mario Abrante, que tras jugar en dos equipos tailandeses acabó en México.
Todo un catálogo de la conexión que ha existido durante las últimas temporadas entre el Real Zaragoza y el fútbol asiático, casualidad o síntoma de que algo en la estructura de la entidad blanquilla no ha acabado de funcionar.