A lo largo de su historia, el Real Zaragoza ha contado con algunos de los delanteros más importantes del fútbol nacional e incluso internacional. Una sombra alargada que ha convertido la profesión de delantero blanquillo en trabajo de alto riesgo.
Por supuesto, esa dualidad también se ha producido en los últimos años, pese a que el equipo ha militado en LaLiga SmartBank. Por el cuadro aragonés han pasado todo tipo de atacante, la mayoría de ellos dejando a su paso más pena que gloria.
Frente a los grandes goleadores, futbolistas recordados con cariño como Borja Bastón, Ángel Rodríguez, Borja Iglesias o Luis Suárez, se acumulan una serie de proyectos fallidos. Jugadores de todo tipo, de promesas a veteranos, de extranjeros a canteranos. Nombres como los de Diego Suárez o Adán Pérez, Ángelo Henríquez, Ortuño, Dongou, Samaras, Vinícius Araújo, Álvaro Vázquez, Marc Gual, Gabriel Fernández, Álex Alegría, Sabin Merino o Pape Gueye.
Una larga lista de delanteros sin gol, algunos considerados como rotundos fracasos que han provocado que, mercado tras mercado, el Real Zaragoza siga buscando el nueve que necesita, una figura que, en los últimos años, parece que siempre está por llegar.
El Real Zaragoza necesita ya un delantero con gol, si no se quiere ver involucrado en el descenso de 2ª B. Esperar a que mejore Azon de sus males es un absurdo; recientemente en TVA se oyó que el 9 del Zaragoza, no jugará al futbol porque sus males además de las lesiones muscules tienen un alto porcentaje de sicológicos, puesto que no se le puede echar la responsabilidad de un equipo a un joven que está formándose físicamente puesto que tiene 19 años. Más claro ni las aguas del río Aragón. Saludos.