En ocasiones, la desgracia se ceba con un futbolista. Es el caso, en el Real Zaragoza, de Carlos Vigaray. El lateral derecho madrileño se ha vuelto a lesionar de gravedad, esta vez en su rodilla izquierda y tendrá que volver a pasar por el quirófano.
Una problemática que ha perseguido al jugador blanquillo durante toda su carrera, pero que en los últimos años se ha agudizado. Por una u otra razón, nunca antes de llegar al equipo aragonés había jugado veinte partidos o más en liga en una temporada, ni con Getafe ni con Alavés, ambos en LaLiga Santander.
Algo que también se confirmó en el Real Zaragoza. Era sabido que con su calidad, la única razón que le impedía mantenerse en la élite eran las malditas lesiones. Así sucedió en su primera campaña de blanquillo en la que allá por noviembre ya sumaba tres lesiones musculares. Pese a todo, disputó 24 encuentros y, posiblemente, dejó sus mejores momentos como jugador zaragocista.
El curso siguiente alcanzó los 26 partidos antes de aquel fatídico 23 de mayo de 2021, frente al Mallorca. Era la jornada 41 de la temporada 2020/21 y desde entonces apenas ha vuelto a sentirse futbolista. Las molestias que arrastraba entonces le persiguieron hasta el inicio de la pretemporada, en el que una artroscopia diagnóstica confirmó el peor de los augurios. Corría entonces el mes de julio de 2021.
La lesión era en el menisco externo de la rodilla derecha con afectación al cartílago. Un grave contratiempo contra el que luchó durante meses hasta que en diciembre de ese mismo año volvía a pisar el césped de la Ciudad Deportiva. Sin embargo, ya no llegaría a vestirse de corto en toda esa temporada 2021/22.
Ya de regreso, en la última pretemporada, la rodilla izquierda le dio un aviso en forma de esguince en el ligamento interno que le impidió trabajar con normalidad y retrasó su regreso al equipo. Apenas 12 minutos en Albacete, un balance terrible en dos temporadas y la rodilla ha vuelto a decir basta. Es ahora el menisco interno de la izquierda, la que, con total seguridad pone punto final a otra temporada maldita para Carlos Vigaray.
Con compadecer a este jugador Vigaray no tiene solución. Lleva dos años ocupando una ficha y teniendo su mensualidad mes a mes. Quién lo ficho ya sabía que venía de equipos que lo habían desechado por sus problemas de rodillas ( las dos). Así que en cuanto acabe la temporada es mejor que se vaya a casa y como mal menor pueda utilizar la ciudad deportiva. Pero que deje la ficha libre