El empate del Real Zaragoza en Ipurúa ante la Sociedad Deportiva Éibar no ha estado exento de polémica. El colegiado tuvo que acudir dos veces al monitor para retractarse y el VAR jugó un papel fundamental en el encuentro. Todavía con el cuadro maño por delante, Álvaro Vadillo se marchó expulsado tras poco más de veinte minutos sobre el terreno de juego y, ya con el empate en el electrónico, el videoarbitraje anuló un penalti favorable para los vascos.
Gaizka Garitano recurrió a Vadillo y Tejero en el descanso para cambiar el guion del partido y lo consiguió. Para bien y para mal. El primero se fue expulsado en el minuto 67 después de una escalofriante entrada sobre Giuliano Simeone y el segundo anotó el tanto armero. La expulsión del extremo trajo cola: tangana, protestas incomprensibles continuas del plantel eibarrés y un ambiente efervescente. Lo cierto es que la jugada no daba lugar a dudas y Caparrós Hernández cambió de decisión VAR mediante.
Tras el tanto de Tejero, la SD Eibar se volcó buscando el gol de la remontada, y estuvo cerca de encontrarlo. En primera instancia, el árbitro señaló penalti de Bermejo a Juan Carlos Arana, pero corrigió su primera resolución después de acudir al monitor. En base a las imágenes vistas, la falta fue al revés: el punta local cometió infracción sobre el extremo blanquillo.