La figura del entrenador en el mundo del fútbol siempre es complicada. Bien lo sabe el mexicano Javier Aguirre, que fuera entrenador del Real Zaragoza en uno de los momentos más delicados del club en Primera división. Y al que, pese a salvar al equipo, no le duró la alegría demasiado tiempo.
Recientemente recordaba Aguirre aquella etapa en una rueda de prensa. Lo hacía, concretamente, al recordar que “nunca me he metido en la configuración de la plantilla”. Una afirmación a la que el técnico añadía un matiz, “me empeñé y le dije a un dueño de equipo: quiero a estos dos sí o sí”. Pero aquella experiencia no acabó bien, “en diciembre me echaron”.
Un recuerdo que hace referencia a su segunda temporada en el Real Zaragoza, la 2011/12. Aquel curso, el cuadro aragonés firmó a dos futbolistas mexicanos por petición expresa del técnico: Efraín Juárez y Pablo Barrera. Además, ese curso llegaron jugadores como Roberto, Abraham, Edu Oriol, Zuculini, Juankar, Mateos, Fernando Meira, Dujmovic, Luis García, Rubén Micael, Postiga o Antonio Tomás.
Javier Aguirre acabó siendo destituido en la jornada 17 después de una racha de nueve partidos consecutivos sin conocer la victoria y cinco derrotas consecutivas. Su último partido fue un 2-1 ante el Athletic de Bilbao el 17 de diciembre de 2011. Después llegaría Manolo Jiménez que lograría el milagro de salvar a aquel equipo en una agónica última jornada en Getafe.
Eran dos jugadores maravillosos, no sé con cual de ellos quedarme. Si uno era flojo, el otro era más. Aún recuerdo un pase de gol precioso de Juárez. Pena que fuera al contrario. Pero precioso, girándose y dejando un balón en profundidad para el delantero , a la altura perfecta para marcar. De la lista de jugadores que pone ahí, me maravilla como algunos ya ni los recuerdo. Dice tanto de cómo ha fichado este equipo en los ultimos años...