El Real Zaragoza, salvado matemáticamente: resumen de la temporada
El Real Zaragoza ha certificado su permanencia matemática en la Liga SmartBank después de vencer al Cartagena en La Romareda. Los aragoneses, pese al pinchazo en Oviedo la semana pasada, la logran después de firmar el tramo más regular de la temporada. Aunque está lejos del objetivo marcado por el club a comienzos de curso, el conjunto blanquillo consigue continuar en el fútbol profesional después de una campaña en la que los fantasmas del descenso volvieron a sobrevolar La Romareda.
Tras un verano movido, con la llegada de Juan Carlos Carcedo, la continuidad de Torrecilla y las renovaciones de Azón, Francho y Francés, el Real Zaragoza dio el pistoletazo de salida a la temporada 22/23. No duró demasiado esa columna vertebral: el club maño destituyó en la jornada 15 al técnico y al director deportivo con el equipo a dos puntos de la zona roja. Escribá y Cordero, después de dos meses de búsqueda, fueron los reemplazos.
No comenzó mejor la ‘era Escribá’ en el Real Zaragoza. En su primer partido, el cuadro blanquillo sucumbió en Copa del Rey ante el Colegio Diocesano de Cáceres, equipo que por aquellos momento era penúltimo en su grupo de Segunda Federación. Sea como fuere, el entrenador valenciano levantó el vuelo de los blanquillos y su carta de presentación fue notabilísima: ocho partidos sin perder, con goleada contra el Huesca en La Romareda y remontada heroica en La Cerámica frente al Villarreal ‘B’ incluidas.
A las pocas semanas, Deportivo Alavés y Málaga se encargaron de pinchar el globo zaragocista. Babazorros y boquerones golearon a domicilio y como local, respectivamente, al Real Zaragoza y colocaron al equipo, de nuevo, a cuatro puntos del descenso. No obstante, sendas derrotas acabaron siendo un punto de inflexión en la temporada. Tras ellas, los de Escribá encadenaron 10 jornadas consecutivas sin perder, se alejaron definitivamente del descenso y dieron pie a una posibilidad remotísima de playoff que las redes sociales se encargaron de alimentar. No fue la promoción, pero sí la salvación, que por momentos se dudó, lo que el Real Zaragoza ha terminado amarrando a dos jornadas del final.
Una plantilla de contrastes
Lo cierto es que el año deja un sabor insípido. También a nivel individual para varios de sus futbolistas: Francés perdió su sitio, Azón se perdió por lesión más de la mitad del curso, Gueye decepcionó por completo, Grau no dio el paso adelante que se esperaba después de sus primeros meses en el club. No obstante, para muchos otros fue un trampolín: Simeone maravilló, Lluís López aprovechó el problema coyuntural en la zaga, Nieto se reivindicó, la mejora de Francho acabó siendo determinante y Pau Sans y Marcos Luna, como nuevos abanderados de la Ciudad Deportiva, se presentaron en sociedad.