Alberto Zapater ha anunciado su marcha del Real Zaragoza. El que ha sido capitán del equipo aragonés durante las últimas temporadas ha acabado por confirmar que no continuará ligado a la entidad blanquilla el curso que viene.
Se pone así punto final a una larga trayectoria del ejeano como jugador del club aragonés. Formado en la Ciudad Deportiva, no tardaría en dar el salto al primer equipo. Sucedió con apenas 19 años, en la temporada 2004/05, en la que Víctor Muñoz le dio la alternativa en la Supercopa frente al Valencia, logrando así alzar el que, a la postre ha sido su único título como jugador blanquillo.
Llegaron después los años de esplendor, especialmente en Copa, doblegando a Atlético, Barcelona y Real Madrid, con el famoso 6-1, pero que no se pudo concretar con el triunfo final frente al Espanyol. En 2008 viviría el sabor amargo del descenso, que compensaría en 2009 con el regreso a Primera.
En plena pretemporada de 2009 el centrocampista ejeano fue vendido. Su primer destino internacional, el Genoa. Una experiencia en la Serie A en la que se vio la versión más goleadora del aragonés hasta la fecha, con tres tantos aquella temporada.
Un año más tarde firmaría por el Sporting de Portugal, donde pasaría otra campaña. Tanto en Italia como en Portugal sería un futbolista importante en sus equipos, pero sin el peso que había tenido durante sus años en el Real Zaragoza.
El último destino fue Rusia, concretamente el Lokomotiv de Moscú, donde vivió todo un calvario en forma de lesiones que le dejarían tocado, tanto en lo físico como, sobre todo, a nivel mental, algo que sólo se podía solucionar de una manera, regresando al Real Zaragoza.
El regreso de Alberto Zapater al Real Zaragoza supuso algo así como la vuelta del hijo pródigo. Con miles de aficionados en las gradas para recibirle, el ejeano se sumó a un proyecto en el que estaría otro viejo ídolo de la afición blanquilla, como Cani.
Pese a las esperanzas depositadas en aquel equipo dirigido por Luis Milla, Zapater no tardaría en darse cuenta de la dureza de la competición, en una temporada en la que se acabó luchando por evitar el descenso.
Como tantos otros futbolistas de aquella plantilla, la mejor versión del ejeano se vio de la mano de Natxo González, en la campaña 2017/18. Aquel equipo luchó por el ascenso, pero se quedó a las puertas tras un gol del Numancia que silenció La Romareda y dejó una de las imágenes más recordadas del capitán, desolado sobre el césped del coliseo zaragozano.
La trayectoria de Zapater y el Real Zaragoza en las últimas temporadas ha estado más ligada al descenso que a cualquier otra cosa. En su caso personal, además, en 2019 volvieron las lesiones, un problema de rodilla contra el que tuvo que luchar intensamente y que casi le retira entonces.
Como siempre, el corazón pudo a la razón y Alberto Zapater siguió compitiendo y consiguiendo encontrar su hueco en el once, en el que ha aparecido durante los últimos cursos, en los que siempre ha rozado la treintena de partidos. Capitán y portavoz, en las buenas y sobre todo en las malas, el ejeano se despide del que ha sido el equipo de su vida. El Real Zaragoza pierde algo más que un futbolista, con Zapater se marcha el corazón del león.