Empate del Real Zaragoza ante el CD Tenerife después de que Mo Dauda igualara en la recta final el tanto inicial de Víctor Mollejo en la despedida de Alberto Zapater. Tras un encuentro en el que los puntos quedaron en un segundo plano, el cuadro maño acaba el año con 53 puntos.
Con la clase que caracteriza su carrera, Alberto Zapater cerró su etapa como zaragocista. El capitán cuajó un gran partido de despedida y demostró que le queda cuerda y fútbol para rato. Se sumó con acierto en ataque, corrigió desajustes defensivos y físicamente acabó desfondado. La Romareda lo llevó en volandas y vivió un encuentro repleto de emoción.
Al más puro estilo Luis Suárez, el canterano del Atlético de Madrid marcó en el último choque de la temporada. El ‘28’ blanquillo mandó al fondo de las mallas, prácticamente sin querer, un errático pase de Juan Soriano que rebotó en su pie derecho. Al margen del gol, Víctor Mollejo volvió a cuajar un gran partido en la doble punta: estuvo acertado en los apoyos, acertó en la toma de decisiones e hizo sufrir a la zaga del CD Tenerife en cada duelo y carrera. Se marchó ovacionado por La Romareda.
Generó sin descanso el Real Zaragoza por los costados. Logró generar superioridades constantes en banda derecha con las incursiones y el recorrido de Larrazábal y Bebé le ganó el duelo individual a Mellot desde el principio. El conjunto de Fran Escribá orientó su juego hacia fuera y el Tenerife no encontró soluciones para cortar la sangría. Bebé fue el hombre más peligroso y, pese a que su verticalidad, determinación y electricidad no encontraron premio en forma de gol, mejoró al Real Zaragoza constantemente.
Mo Dauda se inventó un gol sobresaliente en la recta final. El atacante del CD Tenerife, tras un control fabuloso, envió el esférico a la red tras un disparo potente. En uno de los pocos desajustes defensivos del Real Zaragoza, el conjunto chicharrero anotó el tanto del empate y afeó un partido notable en líneas generales del cuadro maño.