El Real Zaragoza acudió a Butarque todavía con un dulce sabor de boca tras la vital victoria en El Alcoraz frente a la SD Huesca. En casa del líder, los de Víctor Fernández fueron de más a menos pero lograron sacar un valioso punto en el último suspiro gracias a un penalti que transformó Maikel Mesa.
El encuentro comenzó con ambos equipos queriendo tener el balón, queriendo crear a partir de posesiones largas. La primera incidencia del partido llegó cuando apenas habían transcurrido 7 minutos del mismo. Neyou se fue al suelo y durante unos instantes dejó a su equipo con 10, aunque el Real Zaragoza no fue capaz de imponerse ante la inferioridad pepinera. En una jugada un tanto rara llegó la primera ocasión para el Real Zaragoza, pero el testarazo de Maikel Mesa se marchó fuera, al igual que lo hizo el de Iván Azón apenas un par de minutos después, aunque su cabezazo pasó mucho más cerca del poste.
El CD Leganés se encontraba cómodo sin el balón, mientras que el Real Zaragoza trataba de avanzar mediante posesiones largas. El combinado avispa fue creciendo con el paso de los minutos, aunque no lograba traducir en acciones de peligro su buen hacer sobre el césped. A pesar de estar mejor en el campo, los de Víctor Fernández no se encontraban finos en el último tercio, siendo la mala toma de decisiones el aspecto más visible de las ofensivas zaragocistas.
Poco a poco, el conjunto que dirige Borja Jiménez fue animándose y, de manera progresiva, comenzó a ganar terreno frente a un Real Zaragoza bien plantado. No obstante, ninguno de los dos equipos logró concretar sus respectivas llegadas, por lo que el 0-0 imperó durante toda la primera mitad. El VAR fue protagonista en el último lance de la primera parte por un posible penalti de Fran Gámez sobre Cissé, pero el colegiado, tras echarse la mano al oído, dictaminó que no había nada.
El Real Zaragoza inició el segundo tiempo con la novedad de Jaume Grau, que sustituyó a Marc Aguado. El comienzo de la segunda mitad fue un calco de la primera, un Real Zaragoza más propositivo con balón que trataba de avanzar metros ante un Leganés muy bien situado sobre el verde de su estadio. Sin embargo, los locales fueron creciendo y por medio de un testarazo Miguel De La Fuente abrieron la lata y desequilibraron la igualdad mostrada en el marcador y en el césped.
A partir del tanto local, el Real Zaragoza quiso adueñarse del encuentro con el ánimo de igualar la contienda lo antes posible. Toni Moya tuvo la más clara para los aragoneses, pero su potente y ajustado disparo se topó con los guantes de Diego Conde. El Leganés se supo adaptar al contexto del partido y apretó en todo momento a un Real Zaragoza con la mirada puesta en el área defendida por Diego Conde.
El conjunto entrenado por Víctor Fernández monopolizó el esférico y se instaló en campo rival, mientras que el CD Leganés esperaba pacientemente un error zaragocista para armar la contra. La presencia zaragocista en terreno rival se tradujo en ocasiones de peligro. Toni Moya volvió a encontrarse con el meta pepinero, y el rechace lo mandó fuera Maikel Mesa casi de manera inexplicable. El CD Leganés gestionó a la perfección la ventaja en el luminoso, pero se topó con el VAR en la última jugada del encuentro. Arcediano Monescillo acudió al monitor a observar una posible mano de Sergio, y tras unos instantes señaló el punto de penalti. Desde los once metros y con una tranquilidad pasmosa, Maikel Mesa igualó el encuentro cuando éste rozaba el minuto 100. De esta manera, los de Víctor Fernández consiguen sacar rédito de un estadio complicadísimo, y dan otro paso hacia la permanencia virtual.
Revisar el primer parrafo, lo habeis escrito demasiado pronto