Viera, diplomado en magisterio, hizo un intenso recorrido por la historia del trofeo, haciendo alusión a los años en los que el Colombino se convertía en el acontecimiento por excelencia de los veranos onubenses, donde agosto se convertía en el mes más festivo y más "choquero del año".
Un pregón con esencia estival, ameno y fresco como la caída del sol una tarde en la ría. El pregonero recordó con sus palabras cómo toda la ciudad de Huelva se volcaba con la celebración del torneo, cómo fue durante mucho tiempo referente para el fútbol español y cómo equipos de renombre de todo el mundo pasaban a primeros de agosto por la capital onubense. Vieira habló con nostalgia de los tiempos en los que las entradas del trofeo se vendían por toda Huelva y de los días previos, cuando la "imponente carabela de plata era expuesta en los escaparates de los comercios de la ciudad", y quiso hacer un llamamiento al empresariado de Huelva y a las instituciones para "que se involucren más con nuestras señas de identidad" . Pregón vivido como se vive el Colombino, "con alma y corazón". José Antonio habló con orgullo de los colores de su club, de los colores que visten su ciudad, los albiazules que identifican "el sentimiento onubensista". Tras este emotivo recorrido, por la historia del Colombino, Viera pasó a hablar de su relación personal con el Decano, indicando a los presentes que él es de la generación que ha "crecido con el trofeo", y recordó a su padre y a su abuelo, taquilleros del estadio, donde el hizo "también sus pinitos". Un hecho a resaltar en el acto fue que el pregonero pidió a Gabriel Cruz una calle para el Trofeo Colombino, que hizo romper en aplausos a los asistentes. En el acto estuvieron presentes junto al pregonero, su hermano, Jesús Viera, que ejerció de maestro de ceremonias; Gabriel Cruz, alcalde de Huelva; Tomás Solano, consejero del Real Betis Balompié, y José Antonio Fernández, presidente de la Federación Onubense de Fútbol, junto a los miembros del consejo de administración recreativista encabezados por su presidente, Benjamín Naranjo, de la corporación municipal. Tras el acto del pregón tomaron la palabra los miembros de la mesa presidencial. Tomás Solano, consejero del Betis, quiso agradecer la invitación del Recre, reiterando el honor que era estar en el pregón del torneo más importante del fútbol español: "Somos discípulos del Decano, y no hay discípulo aventajado, sino agradecido", apuntó.