Santi Luque se convirtió en una de las revelaciones de la plantilla en los primeros partidos de liga. Sin embargo, con el transcurso de las jornadas, el malagueño está perdiendo peso en el equipo. Y no es para menos.
Tanto por banda izquierda como por el centro demostró ser un puñar. Rápido, ágil, vertical y muy inspirado, Santo Luque se convirtió en un fijo de las alineaciones de Javier Casquero. Sigue siendo titular pero su participación durante los partidos se va diluyendo.
En las dos últimas jornadas seguidas disputadas en el Nuevo Colombino fue sustituido y tuvo una actuación muy discreta. Este domingo tiene la oportunidad de demostrar que merece un hueco en el once ante el Melilla, el equipo en el que ofreció su mejor versión.
Santi Luque se formó en los escalafones inferiores del Real Betis, estuvo una temporada cedido en el San Roque de Lepe y jugó en el Ronda y filial del Tenerife.
Su explosión llegó el año pasado en el Melilla, donde jugó 34 partidos y tuvo brillantes actuaciones como la que tuvo en el Nuevo Colombino, que marcó un golazo. Su buen hacer le permitió fichar por el Lorca, de Segunda división. Sin embargo, no llegó a convencer al técnico murciano y recaló cedido en el Decano.