El Recreativo es lo más parecido a la casa de los líos, y lo peor es que se está acostumbrando a serlo en los últimos años. El vestuario albiazul está en pie de guerra por el impago de sus nóminas, el consejo de administración rompe su silencio para pedir tranquilidad a los jugadores, el Ayuntamiento sigue sin dar una solución y Krypteia Capital insiste en su intención de hacerse con las acciones del Decano.
Los jugadores se plantaron en las oficinas del estadio Nuevo Colombino para pedir soluciones y parte del consejo de administración atendió sus demandas y les pidió tranquilidad. Mientras tanto, la empresa Krypteia Capital insistió a través de las redes sociales en su intención de comprar el Decano y desde el Consistorio capitalino se comprometieron a reunirse con los integrantes de la primera plantilla esta semana antes del partido del domingo en Talavera de la Reina.
Las quejas de los futbolistas se hicieron visibles ante la prensa. Pablo Andrade dijo que no venía desde Brasil "para pasar por esta situación", Djak Traoré señaló al alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, como el máximo responsable para darles una solución y el capitán Marc Martínez confesó que "no podemos ponerle un cuchillo en el cuello a nadie para que nos paguen".
Y entre todo esto, el presidente Manolo Zambrano se reunió con la plantilla del primer equipo y confesó que "la solución está más cerca de lo que parece y todas las partes del club pelean por ello".
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento de Huelva se comprometieron a mantener un encuentro con los futbolistas a lo largo de esta semana y desde Krypteia Capital se insistió en que está trabajando “junto con nuestro socio Eurosamop por y para el Recreativo”.
Desde luego que el Ayuntamiento de Huelva, en calidad de propietario del Recreativo, debe tomar decisiones inminentes: venta o inyección de capital. No queda otra.