La selección española femenina hizo historia el pasado mes de agosto tras proclamarse campeona del Mundial que se disputó en Australia y Nueva Zelanda. Un hito que se cerró en Sídney y que ha llevado a conseguir unas cifras más que reseñables de ingresos en el país australiano gracias al evento deportivo.
Según el informe de la Federación Australiana de Fútbol, la cita tuvo un impacto económico de 1.320 millones de dólares australianos, unos 800 millones de euros. Una cifra importante de beneficios que se acompañaron, según 2PlayBook, a los 324 millones de euros que se vieron reducidos en costes sanitarios gracias a la práctica deportiva en el país que se impulsó gracias al evento futbolístico.
Unas cifras que acompañan a las que hizo públicas Gianni Infantino en agosto por los 570 millones de dólares de beneficio. De hecho, afirmó que "se podrán cubrir todos los gastos, pues no hay muchas competiciones que puedan generar más de 500 millones de dólares". Unas cifras que entraron en la historia de los campeonatos del mundo femenino puesto que el premio por alcanzar el oro fue de 110 millones de dólares, triplicando las cantidades ofrecidas en el disputado en Francia en 2019.
Volviendo al Mundial que se disputó el año pasado más de 2 millones de seguidores acudieron a los estadios para ver los partidos. De ellos, 867.000 asistentes fueron de fuera de Australia. El 70% de la población australiana vio algún partido del torneo. A través de la televisión, 11,5 millones de personas sintonizaron el partido de semifinales que enfrentaba al combinado local con la selección inglesa. Lo que le situó en el programa más visto en el país de Oceanía desde 2001.
Por último, se ha sabido que la Federación de Fútbol del país aussie desbloquea ayudas 398 millones de dólares australianos del Gobierno para desarrollar iniciativas que impactarán en el desarrollo del fútbol y otros deportes.