La selección española sub-21 dio un paso de gigante hacia el Campeonato de Europa de la categoría que se celebrará el próximo verano en Eslovaquia, tras imponerse este viernes por 1-2 a Escocia en un encuentro en el que los de Santi Denia sufrieron para trasladar al marcador su manifiesta superioridad sobre el terreno de juego.
"Para poder ganar tenemos que hacer un partido perfecto", advirtió en la previa el preparador Santi Denia, consciente de los numerosos apuros que pasó el conjunto español para doblegar en el choque de ida a los escoceses.
Si en el encuentro disputado en Jaén la selección española tuvo que esperar a los minutos para doblegar (1-0) a Escocia con un gol de cabeza de Beñat Turrientes, este viernes en Edimburgo los de Scott Gemmilli volvieron a ser un duro hueso de roer.
Y eso que el conjunto escocés no pudo contar con casi la mitad del equipo que alineó hace un año en el estadio de La Victoria, tras la llamada de hasta cinco jugadores por parte de la selección absoluta.
Pero si en la ida Escocia no sólo se atrevió a discutir la posesión del balón, sino que por momento se mostró mejor que el equipo español, en esta ocasión los de Gemmili demostraron que son igual de competitivos cuando les toca defender.
Tal y como pudo comprobar el conjunto español al que de poco le sirvió monopolizar la posesión de balón en los primeros cuarenta y cinco minutos, incapaz de generar claras ocasiones de gol.
Falto de velocidad en los metros finales y sin la precisión necesaria para filtrar un pase definitivo entre las dos líneas de cinco hombres que Escocia alineó por momentos delante de su área, el dominio español fue estéril.
De hecho, las dos mejores ocasiones de los de Santi Denia no llegaron hasta los minutos finales del primer período, cuando el cansancio de los jugadores escoceses generó los espacios que no había sido capaz de crear el equipo español.
Pero Samu Omorodion, que parece más cómodo cuando tienes metros por delante, algo de lo que careció por completo este viernes, no acertó a enviar a las redes los centros de Hugo Novoa y Álvaro Carreras.
Falta de pegada que los de Santi Denia lograron corregir en el arranque de una segunda mitad en la que España pareció dar un nuevo paso adelante y encerró definitivamente a Escocia en su área.
Un asedio en toda la regla que dio sus frutos al conjunto español a los 59 minutos en un centro desde la izquierda de Pablo Torre que cabeceó a las redes (0-1) el central del Bournemouth Dean Huijsen.
El gol pareció despejar definitivamente el panorama para el equipo español, pero cuando todo se antojaba más favorable para los de Santi Denia ocurrió lo impensable, visto lo visto, el empate de Escocia.
El conjunto local no desaprovechó la única desatención defensiva de los internacionales españoles en todo el encuentro para igualar (1-1) tres minutos más tarde, en el 62, la contienda con un tanto de Abedire Mebude.
Toda una prueba de madurez para el equipo español, que los de Santi Denia superaron y con creces ya que apenas siete minutos más tarde devolvieron el golpe a los escoceses en un centro desde la derecha de Hugo Novoa que el recién ingresado Mateo Joseph, jugador del Leeds inglés, convirtió en el definitivo 1-2.
Justo premio para el conjunto español, que dio un paso de gigante para estar el próximo verano en la fase final de la Eurocopa sub 21 que se disputará en Eslovaquia, un torneo en el que Espala podría poner pie y medio el próximo martes si logra vencer a Hungría en la localidad magiar de Kecskemet.