La Lazio se ha convertido esta temporada en uno de los equipos revelación del fútbol europeo. Una de sus claves es la presencia de Francesco Acerbi, un defensa que ha alcanzado el pico de su carrera 'gracias' al cáncer que superó hace unos años, como él mismo ha explicado.
El central firmó por el Sassuolo en 2013, procedente del Genoa, y poco después llegó la noticia: "El cáncer fue mi suerte, doy gracias a Dios por haberlo tenido. Descubrí que estaba enfermo en 2013, pero me operaron y a las tres semanas ya estaba en el campo. Pero nada había cambiado, seguía sin comportarme de manera profesional", desveló en una entrevista para L'Ultimo Uomo.
Francesco Acerbi detalla cómo era su vida antes del cáncer en una carrera que no llegaba a explotar a pesar de su paso por el Milan: "No me respetaba a mí mismo ni a mi trabajo, ni a quienes me pagaban un sueldo. Llegaba al entrenamiento todavía borracho después de haber salido la noche anterior. Me salvaba que físicamente me encontraba bien. Durmiendo poco me daba para rendir".
Sin embargo, la noticia de la enfermedad cambió la vida de Acerbi y supuso un punto de inflexión en su carrera y en su vida: "Sin el cáncer posiblemente habría acabado jugando en la Serie B o a lo mejor estaría ya retirado. Alguien ahí arriba que me quería me envió esta enfermedad. Sin ella habría terminado muy mal; ahora estoy satisfecho del tipo de persona que soy a pesar de mis defectos".
Tuvo momentos malos en pleno tratamiento con quimioterapia incluida, pero consiguió revertir la situación y ahora es uno de los puntales en una Lazio que pelea por la Serie A: "Un año después de conocer la enfermedad, sufrí un ataque de pánico en plena noche. Tuve que superar mis miedos junto a un especialista".