Renato Sanches, futbolista de la Roma de Mourinho, y la causa de su lesión: "Alguien me maldijo"

Durante varios años, Renato Sanches enamoró al fútbol europeo. Era considerada una estrella de futuro pero su carrera ha tenido varios altibajos de los que no ha podido salir. Ahora, en la Roma de Mourinho, seguía sin encontrar su nivel por una lesión le ha apartado de los terrenos de juego.

Ex futbolista del Benfica, Bayern de Múnich, Swansea, Lille y PSG, Renato Sanches estaba destinado a ser uno de los mejores del mundo cuando se convirtió en el jugador más joven en disputar la final de la Eurocopa. Pero nada salió como esperaba.

Esta temporada en la Roma lleva tan sólo cuatro partidos y no consigue recuperarse de una lesión que le está causando un gran problema mental. En el túnel de vestuarios del partido de la Serie A entre Roma y Fiorentina, Renato se encontró con su ex compañero en el Lille, Jonathan Ikoné.

Hablando con él de su situación, el pupilo de Mourinho expuso una loca teoría que se ha vuelto viral en redes sociales. Según el mediocentro, la causa de estas lesiones ha sido un mal de ojo o maldición que le han echado. "No sé ni la lesión que tengo... Probablemente alguien me maldijo", le dijo Renato Sanches a Jonathan Ikoné.

La conversación fue grabada y reproducida por TNT Sports, generando un gran revuelo en las redes sociales dónde muchos han sentido tristeza por estar perdiendo el nivel de este futbolista.

Mourinho se niega a hablar con la prensa

El portugués José Mourinho, entrenador del Roma que este domingo vio cómo acabó con nueve jugadores ante el 'Fiorentina' (1-1), se marchó tras el partido sin hablar con la prensa y este lunes ironizó sobre su decisión citando a Cicerón.

El técnico rompió este lunes el 'Silenzio Stampa', término italiano para referirse a la decisión de un club de no hablar en público, con una publicación en su cuenta de Instagram.

"El silencio es una de las grandes artes de la conversación, por Marco Tulio Cicerón, antigua sabiduría romana", expresó el setubalense, que acompañó la frase de una imagen en la que se ve de cerca la entrada del italiano Michael Kayode contra Zalewski, a modo de protesta contra las decisiones arbitrales.