Pues bien, el mismo Kanouté aclaró que a él no le gustaría tener una estatua. "Me molestaría", llegó a decir el jugador franco-malí. "Una cosa es que la gente dentro de unos años pueda decir, 'yo vi jugar a Kanouté', eso es bonito, me gustaría que se me recordase así, pero no me gustaría que una estatua mía estuviera en el estadio, no creo que me merezca cosas así, no me gustan", explicó el delantero.
Dentro de su humildad, Kanouté rechazó más reconocimientos que los necesarios y espontáneos. En cualquier caso, su idolatría entre el sevillismo es absoluta. Cabe recordar además que la cultura musulmana es poco dada a la reproducción pictórica o escultórica de figuras importantes de su historia, quizás tenga algo que ver en una opinión que ante todo posee grandes dosis de humildad.