La expulsión de Diego López condenaba a un jugador de campo, lógicamente. Palop tenía que saltar al césped por algún futbolista. Pero hubo pocas dudas. José Antonio Reyes, nulo en la primera media hora de partido, en la que además falló un gol cantado, se retiró cabeceando y visiblemente enfadado. Pero en cualquier caso su rendimiento en Granada, y también en el debut liguero, ha estado bajo mínimos. Míchel, en todo caso, asegura que "no se ha tomado mal" el cambio el utrerano, y argumenta que tenía problemas en el hombro.
En el segundo caso, el de Fazio, el técnico madrileño no ha ocultado la evidencia. "Necesitábamos seguridad y Fede ha tenido un día malo", ha asegurado.
Tan malo que tras su paupérrima primera parte el técnico decidió retirarlo del campo para dar entrada a Botía en la segunda mitad.
Ambos jugadores no han tenido un buen comienzo de la Liga y está por ver si se mantienen en el once titular en el próximo partido, ante el Rayo el próximo domingo.