El mismo Míchel desveló que se acercó al área técnica del Athletic para impedir que el árbitro principal hiciera caso al cuarto árbitro y expulsara a Bielsa.
"No lo he visto, pero no dudo que haya sido de ese modo. Es un acto de caballerosidad y compañerismo de un colega que se describe a sí mismo con una intervención tan generosa. Le agradezco que en un final tan convulso haya tenido esa frialdad en un acto que favorecía a su rival. Es difícil de olvidar ese gesto de Míchel", ha señalado.
Bielsa, además, se disculpó con el árbitro y su asistente por su "airado reclamo" de una mano de un jugador sevillista: "El comportamiento del árbitro está dentro de lo previsible, pero el mío no. Reclamé una mano y eso está impedido por el reglamento".