El conjunto de Míchel, que había completado un prometedor inicio en las primeras cinco jornadas (11 puntos, tres victorias, dos empates, solo dos goles en contra), ha cambiado totalmente su faz en este periplo siguiente.
Desde el triunfo en Riazor (0-2), el conjunto de Míchel ha ganado un partido, empatado otro y perdido cuatro. Es decir, ha sacado cuatro puntos de 18 posibles.
No solo flaquea el equipo hispalense por ahí, sino que sus números defensivos son nefastos en esas seis jornadas: 11 en contra (solo ante el Levante dejó la portería a cero), por siete a favor.
Estos malos resultados lo han llevado a la mitad de la tabla, aunque todavía a tiro de los puestos europeos.