"Finalmente se consumó el traspaso. Porque fue un traspaso. La gente solo sabía una versión de la historia, la que contaban ellos, y durante todos estos años se han metido conmigo cuando he jugado en el Pizjuán. Pero la verdad es que el Sevilla me vendió como ha vendido a otros jugadores", dice el madridista.
Sin embargo, el club ha facilitado documentos que demuestran que el día 31 de agosto de 2005, antes del cierre del mercado, Pedro Bravo depositó en representación del jugador los 27 millones de euros de su cláusula de rescisión ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
En el documento que ilustra esta información puede comprobarse que es Ramos quien solicita a la LFP su deseo de resolver unilateralmente el contrato que tenía con el Sevilla para, de esta forma, poder fichar por el Real Madrid.