Botía y Fazio no dieron la talla frente a los rojiblancos, pero el técnico vasco no quiere "cargar tintas" contra los centrales que le quedan en la plantilla. Cree que, al menos de momento, no notarán el adiós del bosnio. La decisión, dice, ha sido "consensuada".
"Ha sido un consenso del presidente con Monchi y yo estaba partícipe. Lo hemos analizado todo. Desde las necesidades económicas hasta el rendimiento del jugador. Y hemos decidido que saliera. El jugador llevaba días descentrado porque estaba con ganas de irse, entendía que era una buena opción para él", manifestó en la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán.