Porque, según apunta Radio Marca, el enfado del sevillista era tal cuando se marchó a los vestuarios del Benito Villamarín que arrampló con todo lo que se encontraba a su paso a golpe de patadas.
Luego, ya en el vestuario, el primer impulso de Medel fue marcharse del Benito Villamarín, pero algunos componentes de la expedición sevillista le hicieron entrar en razón y no empeorar aún más su papel en el derbi.
Finalmente Medel se quedó, pero dio la nota.